Viernes Sociológico de Febrero con Juan José Tamayo

Juan José Tamayo fue el protagonista del viernes sociológico que tuvo lugar el pasado 8 de febrero. En nuestra librería habitual, Letras Corsarias, asistimos junto a casi 80 personas a la exposición de algunas de las ideas de uno de los teólogos y pensadores fundamentales españoles de las últimas décadas.

Graduado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas, más adelante Doctor en la Pontificia de Salamanca y actual catedrático emérito de la Universidad Carlos III, Juan José Tamayo destaca por su asociación a la Teología de la Liberación. El teólogo vino a hablarnos de un tema, en sus palabras, “de difícil tratamiento y de escandalosa actualidad”, como es el patriarcado, y concretamente el de carácter religioso.

Tamayo comenzó la charla-coloquio reivindicando una definición de patriarcado contraria a la propuesta por los diccionaristas, pues recalca en ellos la ausencia de una perspectiva de teoría feminista. Además de subrayar el carácter estructural y permanente de este sistema de dominación, incluye en él a todos los sectores más vulnerables de la sociedad y no solo las mujeres.

La base del patriarcado, continúa, es la masculinidad hegemónica, y explica cómo a lo largo de la historia ha sido el varón el referente humano y el daño que esto ha causado. Critica también la toxicidad de la masculinidad en términos sagrados, que, en palabras de Judith VanOsdol, “es todavía peor, porque si Dios es un varón, el varón es Dios”. Así, existe una mutua legitimación entre el patriarcado religioso y el patriarcado político.

También nos introdujo a algunos de los conceptos que él mismo se encuentra desarrollando actualmente. Para explicarlo, nos citó la distinción que realiza Alicia H. Puleo entre dos tipos de patriarcado: uno de coerción, en el que se promueve desde todos los aspectos de la sociedad la inferioridad de la mujer por naturaleza, y el otro de consentimiento, en el que se practica la igualdad teórica y formal, pero no la práctica. Tamayo añade a esta clasificación un tercer tipo de patriarcado, el patriarcado “Extremoduro”, propio de las religiones. Él lo define como “misógino, homófobo, heteropatriarcal y pederástico”, y encuentra su base en la masculinidad divina que otorga al hombre masculinidad sagrada y entiende a la mujer de esta forma como mero objeto religioso o sujeto que consume religión, despojándolas del ejercicio de la representación de Dios.

Para concluir, aludió a la necesidad de la mujer de empoderarse en este contexto, e hizo un llamamiento al movimiento feminista con la finalidad de que incorporase en su agenda el patriarcado religioso.

Terminamos la charla con un distendido debate en el que escuchamos hipótesis acerca del futuro en España, o los peligros que supone binarizar el género u obviar la aplicación de la teoría queer.

 

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